«Transcendence: Identidad virtual» y «After»

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Al otro lado de la vida

 

Mis lectores pueden haber notado que no soy un gran fanático de los éxitos de taquilla. Por otro lado, me gustan las películas de calidad, pero que no llegaron al circuito comercial. Entre estas, me llamaron la atención dos películas, precisamente por escapar de lo tradicional, la ciencia ficción «Transcendence: Identidad virtual» («Transcendence», EE.UU., 2014) y «After» (EE.UU., 2011).

«Transcendence: Identidad virtual» muestra el mundo en un futuro cercano, donde la inteligencia artificial es tan elogiada como combatida. Los máximos exponentes en el campo son los científicos Will Caster (Johnny Depp), su esposa Evelyn (Rebecca Hall) y su mejor amigo Max Waters (Paul Bettany). Caster tiene la intención de crear una inteligencia artificial autónoma, mientras que la mujer sueña con un mundo perfecto.

Pero sus sueños se deshacen cuando un miembro de un grupo extremista, contrario a la inteligencia artificial, dispara a Will. Aunque la herida no sea muy profunda, el proyectil estaba contaminado con material radiactivo que pronto se propagó a través del organismo del científico. El pronóstico es sombrío, dejándolo con poco más de un mes de vida.

Desesperada, Evelyn decide hacer lo más osado que puede: preservar los recuerdos de su marido, utilizando para ello el potente ordenador de su investigación para crear una inteligencia artificial a partir de una mente humana. Con gran esfuerzo, convence a Max para que la ayude, aunque él no cree que esto sea posible. Al quedarse sin tiempo, logran registrar la mayor cantidad posible de pensamientos y respuestas cerebrales de Will hasta que él sucumbe a la enfermedad.

 Mientras tanto, el grupo terrorista sigue actuando, especialmente cuando sospechan de los planes de Evelyn. La nueva inteligencia comienza a funcionar, para deleite de Evelyn y la desconfianza de Max, quien abandona el proyecto, y pronto es capturado por el grupo extremista.

Logrando escapar antes del ataque de los terroristas y llegando a Internet, la versión digital de Will gana dinero en la Bolsa de Valores y crea una poderosa estructura de investigación en un rincón remoto del desierto.

La nueva entidad asusta a todos los involucrados, tanto al científico Joseph Tagger (Morgan Freeman), uno de los mentores de Will, como al agente del FBI Buchanan (Cillian Murphy), quienes son convencidos por Max de la gravedad de la situación. La situación se vuelve más extraña cuando se ven obligados a unir fuerzas con el grupo extremista comandado por Bree (Kate Mara) para combatir la amenaza desconocida.

La película es interesante por plantear el debate sobre el tema de la inteligencia artificial y hasta dónde ella puede llegar. Los extremistas de la película consideran absurdo que una máquina pueda controlar el mundo entero. Personalmente, no sé qué es peor, una máquina que busca llevar al mundo en una mejor dirección, o permanecer sujeto a hombres malintencionados y sus ambiciones.

Muchas más personas religiosas se pusieron con la piel de gallina ante las similitudes entre la historia de la película y algunos puntos del Nuevo Testamento, aunque no haya una referencia explícita. Pero el héroe que tiene la intención de crear un mundo mejor, muere y resucita, logra curar a los enfermos, tiene una ética inquebrantable y se sacrifica al final.

Bueno, como decían mis profesores en la escuela, la interpretación es personal y forma parte de la prueba. Invito a los espectadores a formarse su propia opinión.

«Transcendence: Identidad virtual» está disponible en el servicio de streaming HBO MAX.

La segunda película en revisión, «After», es diferente, pero no por ello menos interesante. Dos jóvenes, la enfermera Ana (Karolina Wydra) y el proyeccionista Freddy (Steven Strait) se encuentran en un autobús y hablan un poco, incluso descubriendo que son vecinos, antes de que ocurra un grave accidente.

Ana se despierta en su casa, asustada por llegar tarde al trabajo, pero cuando llega al hospital, descubre que está sola. No hay una sola persona allí, ni en las calles ni en ninguna casa. El único lugar donde parece haber alguien es exactamente la casa de Freddy, quien también está sorprendido por la situación.

Tratando de averiguar qué se pasa, deambulan por la ciudad y descubren que una misteriosa nube de humo los rodea. Al intentar penetrar el humo, llegan a una puerta, que parece ser la salida a algún lugar, pero no tienen la llave de la misma. Para empeorar las cosas, un monstruo comienza a perseguirlos.

Algunos momentos se encuentran con otras personas, pero son solo recuerdos del pasado, que se refieren al mismo día en que sus vidas se cruzaron, incluso si no se habían dado cuenta.

Más aterrador que el humo misterioso o el monstruo caníbal fue darse cuenta de que, en otra dimensión o realidad paralela, están en coma, y a punto de se les apagaren los dispositivos.

Luego emprenden una búsqueda desesperada para enfrentar sus miedos y traumas, para que puedan regresar al universo que llaman realidad y salvar sus propias vidas.

«After» es una producción simple, con apariencia de cine independiente y actores desconocidos, pero que aporta una gran cantidad de innovación e imaginación, escapando del lugar común de las películas llenas de efectos especiales.

 

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