Trash, Desechos y Esperanza

Share on FacebookTweet about this on TwitterShare on Google+Pin on PinterestEmail this to someone

 

Basura oculta

 

Lo que la mayoría de los espectadores esperan, cuando le proponen ver una película brasileña, es que muestre violencia y favelas. Y cuando la película es hecha por un extranjero, la expectativa es que la cosa salga bien tergiversada. Curiosamente, «Trash, Desechos y Esperanza» (“Trash: A Esperança Vem do Lixo”, BRA/UK, 2014) a pesar de traer violencia y favela, logra mostrar más cosas, en una película que tiene el mérito de ser diferente de lo que estamos acostumbrados a ver y criticar.

La historia trata sobre tres niños, Gardo (Eduardo Luís), Rafael (Rickson Tevez) y Rato (Gabriel Weinstein), que viven y sobreviven en un vertedero, buscando contenedores y otros productos para reciclar. Siempre con la esperanza de descubrir algo de valor, un día Rafael encuentra una billetera, que además de dinero contenía varios objetos, entre ellos una llave y una tarjeta de juego de “bicho”, juego de azar común en Brasil.

Intrigado, guarda la billetera, compartiendo el dinero con su mejor amigo, Gardo. Ellos viven sin familia en el basurero y cuentan con la ayuda del sacerdote estadounidense Juilliard (Martin Sheen). El sacerdote mantiene una pequeña iglesia donde, además de los servicios religiosos, la voluntaria Olivia (Rooney Mara) enseña inglés a los niños.

Lo que Rafael no tenía idea es que la billetera pertenecía a José Ângelo (Wagner Moura), quien, al ser perseguido por la policía, había tirado la billetera en un camión de basura. José Ângelo había muerto como resultado de las torturas infligidas por el delegado Frederico (Selton Melo), pero no había revelado la información que este deseaba.

Se establece una verdadera operación de guerra para buscar la billetera en el basurero, pero los chicos sospechan de la policía, y especialmente de Santos (Stepan Nercessian), un diputado de habla mansa. Los chicos comienzan a seguir las pistas que tienen, mientras que la policía, al servicio del corrupto diputado, continúa estrechando el asedio al basurero.

Los chicos se ven obligados a pedir la ayuda de Olivia, quien, conmovida por la situación de los chicos, perseguidos y torturados por la policía, acepta grabar testimonios contando sus historias. Ella y Gardo van a la cárcel, donde conocen al tío de José Ângelo, un activista encarcelado injustamente, gracias a las maquinaciones del corrupto Santos.

La historia está basada en un libro de Andy Mulligan, un inglés que trabajó como voluntario en India, Brasil, Vietnam y Filipinas, experiencias que dieron lugar a «Trash, Desechos y Esperanza», cuya trama podría haber sucedido en cualquiera de estos países.

El acercamiento del director Stephen Daldry con el cineasta Fernando Meirelles lo hizo elegir Brasil, además de la experiencia de este último con “Ciudad de Dios” («Cidade de Deus», BRA, 2002). Esto también pesó en la elección de los protagonistas, que fueron seleccionados entre cientos de niños de comunidades, que nunca habían actuado antes.

Daldry, quien dirigió películas exitosas con “Las Horas” («The  Hours», USA /UK, 2002), «Billy Elliot» (UK/FRA, 2000) y «Una pasión secreta» («The Reader», ALE/USA, 2008), pasó meses en Brasil, conociendo en profundidad el ambiente en el que filmaría, y teniendo la oportunidad de ver las grandes demostraciones que ocurrieron en 2013.

El resultado final fue una película interesante, que no tiene los absurdos habituales que suceden cuando Brasil es mostrado por la perspectiva miope de los extranjeros, y que presenta algunos de los problemas reales que ocurren en las grandes ciudades brasileñas. Aunque el guión tenga algunos problemas, la historia mostrada en las pantallas es hermosa, especialmente cuando se centra en los buenos valores de los niños.

El elenco secundario contribuye en gran medida al resultado final, con los estadounidenses Martin Sheen y Rooney Mara (que se esfuerzan por hablar un poco de portugués), y los brasileños Wagner Moura y Selton Melo. Wagner Moura aparece poco, solo en el prólogo y en algunos flashbacks, pero Selton Melo, que vive el primer villano de su carrera, demuestra que es un actor completo.

«Trash, Desechos y Esperanza» es una película que merece ser vista, no solo por mostrar un lado de nuestra sociedad que está literalmente excluido de nuestros ojos, sino también por mostrar el lado idealista que existe en todos nosotros cuando aún no hemos sido endurecidos por la amargura de la vida.

Esta película se puede ver en el servicio de transmisión de Netflix.

 

Share on FacebookTweet about this on TwitterShare on Google+Pin on PinterestEmail this to someone