El romance del siglo
El hombre que no quería ser rey
En los últimos días hemos vivido a través de la prensa las despedidas y homenajes a la reciente y difunta reina de Inglaterra Isabel II. Aunque la realeza británica no tenga poder efectivo, ejerce su influencia sobre un gran número de países y atrae la atención de todos por ser un icono mundial. Muchas personas han estado buscando la serie «The Crown», para conocer más la historia de la reina y su entorno. Yo tenía más curiosidad por el caso que proporcionó la corona al padre de Elizabeth, que se cuenta en la película «El romance del siglo» («W. E.», UK, 2011), dirigida por nada menos que la reina del pop Madonna.
La película cuenta la historia de Edward (James D’Arcy) y Bessie Wallis Simpson (Andrea Riseborough). Él era el príncipe heredero del imperio británico y ella era una estadounidense casada. Los dos mantuvieron una relación apasionada, y él abdicó del trono para casarse con ella.
La historia se muestra a través de la óptica de Wally Winthrop (Abbie Cornish), una estadounidense que había trabajado mucho tiempo en una famosa casa de subastas, pero que había dejado su trabajo para casarse con William (Richard Coyle), un psiquiatra brillante y exitoso.
Wally, al igual que su madre y su abuela, era fascinada por la historia de Edward y Wallis. Su nombre, Wally, había sido dado en honor al famoso personaje. La chica visita varias veces la casa de subastas donde había trabajado, porque había objetos personales expuestos de la famosa pareja, que pronto serian subastados. Sus frecuentes visitas atraen la atención de Evgeni (Oscar Isaac), uno de los guardias de seguridad de la empresa, sobre todo después de conocer su pasado en la empresa.
La película cuenta la historia de Wallis en flashbacks en paralelo con la de Wally, que también tiene sus problemas, con un marido ausente, controlador y a veces agresivo. La difícil relación con su marido, la pasión por la famosa pareja y el delicado coqueteo de Evgeni son los ingredientes para precipitar una situación que ya era complicada.
La vida de Wallis también fue muy problemática, comenzando con su primer esposo, un oficial abusivo de la Marina de los Estados Unidos, llegando incluso a causar un aborto. El segundo marido, Ernest Simpson (David Harbour), muy diferente del primero, era considerado y comprensivo. Aun así, vio el matrimonio hundir debido a la pasión desenfrenada de Wallis por el entonces príncipe heredero del trono inglés.
Los dos mantuvieron una relación nada discreta, que fue objeto de los periódicos de chismes de la época, escandalizando a la conservadora sociedad inglesa, y obviamente a la propria familia real.
Según sus biógrafos, Eduardo no tenía mucha afinidad con la realeza, aunque debido a la enfermedad de su padre, Jorge V (James Fox), se vio obligado a asumir muchos deberes del rey, incluso antes de haber llegado al trono. La reina María (Judy Parfitt), el hermano Bertie (Laurence Fox) y la cuñada Elizabeth (Natalie Dormer) vivían en constante fricción con el futuro rey debido a su relación con Wallis.
La situación se volvió insostenible cuando Jorge V murió en 1936, y Eduardo asumió el trono. Viendo que elle estaba decidido a casarse con Wallis, el primer ministro Stanley Baldwin (Geoffrey Palmer) le dijo que razones políticas y religiosas impedían esta unión. En ese mismo año Eduardo abdicó el trono en favor de Bertie, que se convirtió en Jorge VI. Este era el padre de Isabel, quien asumió el trono en 1952, y murió la semana pasada.
La historia anterior de Bertie se mostró en la película «El discurso del rey» («The King’s Speech», UK, 2010), con Colin Firth, Geoffrey Rush y Helena Bonham Carter. La película muestra la dificultad de Bertie para hablar, condición que también se muestra en «El romance del siglo».
El espectador puede tener alguna dificultad al comienzo de la película, porque las actrices son parecidas y las escenas, incluso espaciadas en el tiempo, son semejantes. Creo que esto fue intencional para mostrar la afinidad entre los dos personajes. A lo largo de la película, sin embargo, las historias se muestran más claramente.
Un aspecto interesante se muestra por la percepción de que la pérdida de Wallis fue tan devastadora como la de Edward. Si él abdicaba de un título real, aunque meramente simbólico, ella tuvo que renunciar a una vida normal y a su completa privacidad.
La película no tuvo una muy buena acogida en el momento del estreno, pero con el tiempo fue ganando críticas más positivas. La producción es excelente, los decorados muy bien hechos, y el vestuario fue nominado al Oscar 2012. La banda sonora es excelente y mereció una nominación al Globo de Oro, y la canción «Masterpiece» fue premiada en la categoría mejor canción original – película.
Como uno podría imaginar, cuando se trata de una pareja tan icónica y controvertida, la historia de la película es solo una entre las muchas que circulan. Es curioso que haya tantos cuidados y preocupaciones para una familia con un historial de escándalos y gaffes, siendo un plato lleno para los tabloides de chismes.
«El romance del siglo» se puede encontrar en el servicio de transmisión Apple Plus.