Rubikon

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La elección del futuro

 

Por su alcance y capacidad de penetración, el cine es un arma poderosa para informar y prevenir a las personas sobre los males que deben evitarse. El problema es que, precisamente porque se le asocia con el entretenimiento, estas advertencias apenas se toman en serio.  Sin embargo, películas como «Rubikon» (AT, 2022) son una alerta importante sobre cómo vivimos y qué estamos haciendo con nuestro planeta.

El año es 2056. El medio ambiente de la Tierra se había deteriorado hasta tal punto que sólo los más ricos podían permitirse vivir en oasis cerrados, llamados «domos de aire», donde el aire era filtrado de las impurezas. El resto del mundo, estropeado por la contaminación y las guerras, se había convertido en un desierto inhóspito e inhabitable.

Los países ya no existían. Quienes dominaban lo que quedaba eran algunas grandes corporaciones, que habían reemplazado a los gobiernos y estados en los territorios que ocupaban. Los conflictos por los recursos y los territorios eran resueltos por ejércitos de mercenarios a instancias de estas corporaciones.

Todos los intentos de encontrar refugio en el espacio habían fracasado. La corporación NIBRA era la única que mantenía una estación orbital donde buscaba soluciones a la crisis ambiental.

Los pocos científicos a bordo de la estación Navicon se sorprenden al descubrir que el próximo comandante sería un militar, ya que los puestos científicos generalmente estaban ocupados solo por civiles. Sin embargo, Hannah Wagner (Julia Franz Richter) no parece preocuparse por esto, y llega a bordo acompañada por el ambientalista Gavin Abbott (George Blagden), para reemplazar a algunos miembros de la tripulación.

El principal objeto de investigación de Navicon era el cultivo de algas para la producción de oxígeno y alimentos, dos necesidades prioritarias, tanto en el espacio como en la Tierra sofocada por la contaminación. El equipo reemplazado regresó a la Tierra tomando muestras base de algas para su replicación en los laboratorios, pero durante el reingreso, hubo pérdida de contacto con la base y la nave. De hecho, no hubo más contacto desde ninguna parte de la Tierra, ahora dominada por una niebla tóxica.

Los restantes en la estación, Hannah, Gavin y Dimitri Krylow (Mark Ivanir), están muy deprimidos por la situación, especialmente este último, porque su único hijo había muerto al reingresar a la Tierra.

Los tres tratan de establecer una vida rutinaria en la estación, mientras buscan contacto con algún sobreviviente en la Tierra, teniendo que lidiar con sus propias frustraciones, pérdidas y arrepentimientos.

La situación alcanza un nuevo pico cuando reciben contacto de la Tierra. Unos pocos cientos de personas, en su mayoría familiares de ejecutivos corporativos, habían sobrevivido en un búnker, pero necesitaban desesperadamente las algas de Navicon para sobrevivir.

Hannah, Gavin y Dimitri deben decidir si arriesgan todo en una reentrada muy peligrosa en la atmósfera de la Tierra o si mantienen a su pequeño grupo en la estación, ¡especialmente después de descubrir que la mujer está embarazada!

«Rubikon» es una película muy interesante, no solo por el tema que es muy actual, sino también por explorar dilemas muy antiguos, que reflejan bien la condición humana. ¿Qué hacer en una situación de crisis, la supervivencia del grupo o de la colectividad? ¿Cuál es la razón más importante para vivir o arriesgar tu propia vida?

El título de la película se refiere a la expresión «cruzar el Rubicón», que significa tomar una decisión importante y desafiante. El origen fue el acto de Julio César, en el año 49 a.C., que se enfrentó a la legislación romana y cruzó el río con sus legiones. En su momento habría dicho la frase «alea jacta est» (la suerte está echada), que marcó la irreversibilidad de su decisión.

Al principio me sorprendió que una película austriaca se hablara en inglés, pero además de tener un claro interés comercial, sería normal que un equipo multinacional utilizara este idioma como medio común de comunicación. De hecho, el elenco en sí es multinacional, ya que Julia Franz Richter es austriaca, George Blagden es inglés y Mark Ivanir es ucraniano.  El resto del elenco está formado por nigerianos, rusos, japoneses y alemanes.

La película es muy bien dirigida por la joven directora austriaca Magdalena Lauritsch, de tan solo 24 años, que también participó en la elaboración del guión. Los escenarios son exquisitos, y los efectos especiales muy bien elaborados.

«Rubikon» tuvo un estreno mundial el 1 de julio de 2022, pero aún no ha fijado una fecha en Brasil.

 

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