El hombre duplicado

Share on FacebookTweet about this on TwitterShare on Google+Pin on PinterestEmail this to someone

 

El doble

 

Debido al lado comercial de la industria cinematográfica, la mayoría de las películas, especialmente las hechas en Hollywood, obedecen a recetas simplistas, con historias lineales, clímax impactante y finales felices. Incluso el cine francés, famoso por sus películas con finales abiertos, se ha rendido a la tentación de la taquilla, siguiendo el modelo de Hollywood. Por lo tanto, películas como «El hombre duplicado» («Enemy», CAN, 2013), del director canadiense Denis Villeneuve, son honrosas excepciones en la actualidad.

Villeneuve fue una de las grandes sorpresas de la industria cinematográfica de este nuevo milenio. Ya sorprendió en 2009 con «Polytechnique» y pronto consolidaría su nombre con «La mujer que cantaba» («Incendies», CAN/FRA, 2010).  La primera trata sobre una masacre en una Universidad de Montreal en 1989, y la segunda muestra una odisea familiar que comienza en Canadá y termina en los territorios palestinos, con una historia más allá de lo asombroso.

Villeneuve dirigiría más tarde tres de las películas de ciencia ficción más icónicas de esta década: «La llegada» («Arrival», USA/CAN, 2016), «Blade Runner 2049» (USA/CAN, 2017) y «Dune» («Dune: Part One», CAN/USA, 2021).

Mostrando gustar de historias complicadas, el director se enfrentó a la dura tarea de llevar a la pantalla el libro del mismo nombre de José Saramago, fiel producto del escritor, conocido por sus complejas obras y lleno de simbolismos. Lejos de convertirse en una adaptación incomprensible, la película llegó a ser muy interesante, aunque requiere del espectador algo que normalmente no se le exige: pensar y buscar su interpretación de la película.

El protagonista es Adam Bell (el gran Jake Gyllenhaal, que una vez trabajó con el director en “Intriga” («The Suspects», EE.UU., 2013), un profesor universitario que enseña Ciencias Políticas o algo así a estudiantes que no parecen demasiado interesados. Tedioso parece ser la palabra que describe bien la vida de Adán, que obedece a un patrón muy repetitivo, siempre hogar, clase, hogar, sexo. Incluso la novia de Adam, Mary (Mélanie Laurent) participa en esa rutina inmutable.

Un día, un compañero de trabajo le sugiere a Adam que vea una película que le había gustado. Aceptando la sugerencia, alquila la película y se sorprende al descubrir que uno de los actores es un perfecto doble suyo.

Adam se obsesiona con esta persona, que parece ser una copia fiel de él, y continúa investigando a través de Internet e incluso se pone de guardia en la puerta de la agencia del actor. Descubre que su nombre es Anthony St. Claire (Jake Gyllenhaal), está casado con Helen (Sarah Gadon), que está embarazada, y que queda intrigada por las misteriosas llamadas telefónicas del hombre que tiene la misma voz que su marido. Ella se sorprende cuando lo busca en la universidad y descubre que es idéntico a su esposo.

Los dos vienen a encontrarse, pero, la cosa no fluye bien, y hay una animosidad entre los dos hombres, con sospechas aparte, y una actitud más agresiva de Anthony, que sospecha del otro, y tienta pasarse por él para salir con María.

Esta historia podría incluso contarse como comedia, o perderse en un drama vacío si no fuera por la impresionante construcción de la película, con una tensión cada vez mayor y una banda sonora a veces desgarradora.

Seguramente todos los que vean la película desarrollarán su teoría sobre cuál es la verdad detrás de la historia, si es un clon, si son gemelos separados en la cuna, si son la misma persona, si son delirios de uno u otro. Para alimentar estas teorías, surgen varias pistas a lo largo de la historia, en diálogos con mujeres, y en la breve, pero importante aparición de Isabella Rossellini como la madre de Adam.

Para darle más sabor a la historia, hay varias apariciones surrealistas de arañas, desde diminutas hasta monumentales, cuyo lugar y significado estará a cargo de la imaginación del espectador.

«El hombre duplicado» no es un blockbuster para ser visto con palomitas de maíz y soda. Es una película que requiere atención y mente abierta, para desarrollar su propia teoría, y quién sabe dar paso a una discusión sana y prolongada de la mesa de bar.

Esta película está disponible en los servicios de streaming Now y Amazon Prime Video.

 

Share on FacebookTweet about this on TwitterShare on Google+Pin on PinterestEmail this to someone