El mapa de las pequeñas cosas perfectas
El mapa del crecimiento
No sé si esto es una coincidencia, pero en estos tiempos de pandemia he estado viendo muchas películas que tienen como tema la repetición temporal. Sería difícil no darme cuenta de esto, porque debido a mi condición de jubilado, mis días han sido prácticamente iguales desde hace más de un año. Pero, algunas producciones se han destacado y entre ellas “El mapa de las pequeñas cosas perfectas” (“The Map of Tiny Perfect Things”, EE. UU., 2021).
Este tema de la repetición del tiempo, iniciado con “Hechizo del tiempo” (“Groundhog Day”, EE. UU., 1993), muestra a un individuo que ve el mismo día repetirse sin cesar. El tema volvió con “Al filo del mañana” (“Edge of Tomorrow”, EE. UU., 2014), donde el personaje de Tom Cruise muere continuamente para revivir el mismo día. Otras películas están disponibles utilizando este mismo tema hasta el punto de convertirse prácticamente en un subgénero de la ciencia ficción.
Confieso que luché un poco antes de ver “El mapa de las pequeñas cosas perfectas”, porque me parecía ser solo más una comedia adolescente. Sin embargo, después de pasar la prueba de tolerancia de los primeros quince minutos, pude observar algunos puntos muy interesantes en la película.
Desde los primeros minutos de la película ya nos hemos percatado de la situación del protagonista. Mark (Kyle Allen), un joven estudiante de secundaria, se despierta con la partida de su madre hacia el trabajo y naturalmente procede con una rutina tan repetida que ya se ha sincronizado en su memoria. Esto es cierto con las provocaciones de su hermana, el crucigrama de su padre e innumerables otras situaciones curiosas y divertidas.
Por mucho que Mark lo intente, no puede cambiar su aburrida rutina. Èl lo afronta con buen humor, protegiendo a la gente de lo imprevisto, pero todo se repite de la misma forma una y otra vez, incluso las conversaciones con su mejor amigo, Henry (Jermaine Harris).
Un día, sin embargo, algo perturba su rutina inquebrantable. Una joven desconocida, Margaret (Kathryn Newton), surge de la nada y no tarda en revelar que también sufre la misma perturbación del tiempo.
Juntos, los dos jóvenes intentan entender por qué están experimentando esta anomalía y al mismo tiempo averiguar cómo salir y volver a sus vidas normales. Ellos intentan salir del tedioso aburrimiento de la repetición constante descubriendo pequeños y curiosos hechos cotidianos, como el momento en que un águila atrapa un pez en un lago, o cuando una anciana gana una partida de cartas y celebra con entusiasmo, o incluso cuando un conserje anónimo se aprovecha cuando no hay nadie en la tienda de pianos para tocar una pieza clásica.
Mark quiere deshacerse de este ciclo repetitivo a toda costa, pero descubre que Margaret no comparte el deseo. Cuando se revelan ciertos hechos importantes se ponen a prueba las motivaciones de cada persona. Solo cuando se dedican a poner todos los eventos en un mapa e intentar interpretarlos podrán encontrar la clave para resolver este rompecabezas.
Aunque sea una película ligera, es posible hacer algunas lecturas interesantes. Podríamos interpretar la situación de los jóvenes como la vida cotidiana de alguien que ya no puede ver la belleza de las cosas sencillas a su alrededor. O la persona que se queja de la vida, pero no se esforza por cambiar las cosas (o él mismo). También podríamos pensar en el miedo a una situación que nos inmoviliza tanto que somos incapaces de evolucionar y, a menudo, la única solución es afrontar ese miedo.
Aunque no sea una película de autoayuda, es posible reconocer aquí algunos mensajes importantes. El primero es que, si bien el entorno con el que vive el individuo o empresa parezca rutinario y estancado, esta relación dependerá mucho de su propia percepción y capacidad de adaptación. El segundo es que, para cambiar este entorno externo, uno debe comenzar internamente. Es decir, si alguien quiere cambiar el mundo, debe comenzar por ordenar su propia casa. Y finalmente, los problemas, los cambios o las crisis son inevitables y la principal forma de resolverlos es prepararse y afrontarlos con valentía y determinación.
“El mapa de las pequeñas cosas perfectas” es una película interesante, con situaciones divertidas y una atmósfera desvergonzadamente romántica, pero que llama la atención por las buenas actuaciones de la pareja central y por la inteligencia del guión. Esto fue escrito por Lev Grossman, autor de la colección de libros “The Magicians”, que generó la serie “Hechiceros” (“The Magicians”, EE. UU., 2015-2020). La película y la serie están disponibles en el servicio de transmisión de video de Amazon Prime.