2067

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Flores del futuro

 

Incluso aquellos que no son aficionados a la ciencia ficción saben que uno de sus subgéneros más conocidos es el viaje en el tiempo. Para que hagan idea, el sitio de IMDB enumera 2675 títulos relacionados con este subgénero. Entonces, ¿qué nos puede traer de novedad la película australiana “2067” (AUS, 2020)?

Confieso que hoy en día siento cierta indiferencia por películas y series de viajes en el tiempo, y el motivo principal es el exceso de producciones relacionadas con el tema. No soy un novato en el tema, uno de los primeros libros que leí en mi infancia fue “La máquina del tiempo”, de HG Wells. A principios de la década de 1970, vi muchos episodios de la serie «El túnel del tiempo» («The Time Tunnel», EE.UU., 1966-1967).

Ya adolescente, y con cierta visión crítica tanto de la ciencia como de la ciencia ficción, me preguntaba cómo era posible viajar en el tiempo, llegar siempre seguro a los lugares, ¡y como hablaban todos el mismo idioma!

Con el tiempo, mi repertorio sobre el tema fue creciendo, descubriendo que existían diferentes líneas de pensamiento, tanto si se podía cambiar el pasado como si no, cada hipótesis con sus propios defensores y argumentos.

El tema nos proporcionó grandes películas y series, como las dos versiones de “La máquina del tiempo”, de 1960 con Rod Taylor, y 2002 con Guy Pearce. Tenemos la romántica «Pide al tiempo que vuelva» («Somewhere in Time», EE . UU., 1980), la divertida trilogía » Volver al futuro » («Back to the Future», EE. UU., 1985), la intrigante «El efecto mariposa» (“The Butterfly Effect”, EE. UU., 2004) y la gran serie “11.22.63” (EE. UU., 2016), con James Franco.

Todo este preámbulo nos lleva a la pregunta inicial, ¿qué puede aportarnos de novedad una película sobre viajes en el tiempo cuando pensamos que hemos visto todo sobre el tema? A esto se suma el hecho de que es una película fuera del circuito de Hollywood, con un presupuesto relativamente bajo y con un elenco poco conocido.

El mundo del “2067” es inquietantemente similar al nuestro. Como resultado del calentamiento global, gobernantes irresponsables y empresarios sin escrúpulos, el mundo se ha convertido prácticamente en un desierto, luego de incendios forestales colosales, agotamiento de cursos de agua y aniquilación de la población. La atmósfera se ha vuelto irrespirable y la empresa más poderosa del mundo es O2, una productora de oxígeno. Para caminar por las calles, las personas necesitan equipos especiales y las enfermedades respiratorias son la principal causa de muerte en el planeta.

Es en este mundo donde nos encontramos con Ethan Whyte (Kodi Smit-McPhee), un joven empleado de O2, que junto a su compañero Jude (Ryan Kwanten) forman un equipo de mantenimiento de reactores nucleares.

Su amistad viene de mucho tiempo, comenzando el día en que Ethan quedó huérfano. Su madre había sido asesinada y su padre se fue sin dar noticias suyas desde entonces. Hoy Ethan está casado con Xanthe (Sana’a Shaik), una joven maestra de escuela primaria.

Un día, la presidente de la empresa llama a Ethan. Sin saber de qué se trata, lo llevan a un laboratorio donde se le presentan una extraña máquina que se dice que es una abertura en el espacio-tiempo. Lo más intrigante es el mensaje que vino del futuro: «Envíen a Ethan Whyte».

Ethan es convocado para ir al futuro y traer la solución a la desoladora situación del mundo presente. Al menos eso es lo que uno se imagina de una civilización tan avanzada que era capaz de enviar un mensaje al pasado.

Después de mucha desgana, él acepta la misión, sin saber exactamente qué tendrá que hacer. Al llegar al futuro se encuentra con un frondoso bosque, muchas instalaciones abandonadas y un esqueleto que contiene la misma identificación que Ethan lleva. Esta es solo una de las muchas sorpresas que encontrará hasta que descubra la verdadera razón por la que fue enviado al futuro.

«2067» no fue muy bien recibido por el público, precisamente porque difiere del lugar común de la industria de Hollywood. No hay grandes escenas de acción, asistentes sexys o un elenco que parezca un anuncio de margarina. Pero el dinero gastado en los escenarios reducidos y los efectos especiales seleccionados se emplearon muy bien, funcionando, como debe ser, como complemento de la película y no como protagonista.

Esta película presenta un escenario que puede ser considerado por muchos exagerado y alarmista, pero considerando solo lo que está pasando en el mundo en 2020, tengo mis dudas de si tardará tanto en llegarmos allí.

 

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