Desde el más allá hasta el Apocalipsis

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Debido a vivirmos en un mundo saturado de información, es difícil absorber más que una pequeña parte de ellas, y es común que las personas hagan generalizaciones de sus gustos personales. Muchos imaginan que las animaciones son productos destinados a los niños, y que Disney es el mejor en esta área. Bueno, es imposible negar la importancia de Disney principalmente debido a su fundador, y también, hoy en día, con la adquisición de Pixar ha elevado el estudio a un nivel muy alto.

Sin embargo, un centro de producción de animación igualmente importante está en el otro lado del mundo, Japón. Los fanáticos pronto pensarán en Studio Ghibli, responsable de creaciones tan maravillosas como «El viaje de Chihiro» («Sen to Chihiro no kamikakushi», JAP, 2001), ganador del Oscar 2003 de mejor animación. De hecho, el país del Sol Naciente tiene una larga tradición de animaciones de muy alta calidad, ni siempre dirigida a los niños.

Recuerdo que aquí en Brasil hubo una gran controversia sobre la publicidad de un automóvil que utilizaba una animación con un enfoque adulto, exactamente por esta asociación entre los dibujos animados y los niños. En Japón hay animaciones para todos los públicos y gustos, que van desde dramas muy pesados, como el conmovedor «La tumba de las luciérnagas» («Hotaru no haka», JPA, 1988) de Isao Takahata, hasta dibujos eróticos, los llamados hentai.

Desde este universo maravillosamente prolífico, recientemente tuve la oportunidad de ver dos hermosas animaciones, con temas muy diferentes: «Una carta para Momo» («Momo e no tegami», JAP, 2011) y «Origen: Espíritos del pasado» («Gin-iro no kami no Agito”, JAP, 2006).

«Una carta para Momo» une una delicada historia de pérdida con un elemento del folklore y de la cultura japonesa, un tema recurrente en las animaciones niponas. Momo es una niña de diez años que, después de la inesperada muerte de su padre, se ve obligada a mudarse de Tokio para la remota isla de Shio, donde vive la familia de su madre.

Además de perder el modo de vida estaba acostumbrada, sus amigos y la escuela, Momo también está perturbada por un extraño descubrimiento, una carta que su padre había comenzado a escribir, y que contenía solo las palabras «querida Momo». Esto es agravado por el hecho de que, antes de la muerte de su padre, ella había tenido una discusión seria con él, lo que pesaba mucho en su conciencia.

Mientras su madre se enfrenta a sus propias dificultades, Momo intenta adaptarse al ambiente bucólico de la isla, lo que la hace aburrirse terriblemente. Es entonces cuando surgen en tu vida tres extraños seres sobrenaturales, cuya misión es velar por la niña y su madre. El gigantesco Iwa, el flatulento Kawa y el infantil Mame obstaculizan más de lo que ayudan, incluido el hecho de que deberían ser invisibles, pero Momo puede interactuar con ellos todo el tiempo. Mientras lucha con sus propias incertidumbres y remordimientos, Momo tiene que controlar a los problemáticos seres, hasta para salvar la vida de su madre.

«Una carta para Momo» es una hermosa fábula de pérdida y superación, con énfasis en los buenos valores familiares, la amistad y la determinación. Aunque sea perfectamente normal para la cultura japonesa, todos los seres sobrenaturales son deformados e incluso monstruosos, y difieren mucho de los agradables coadyuvantes de las producciones occidentales. De hecho, otra característica de las animaciones japonesas es la ausencia de la dicotomía «esto es bueno, aquel es malo».

En «Origen: Espíritos del pasado» encontramos otro tema muy común en el anime japonés, la vida en un ambiente post-apocalíptico. Esta fijación tiene una razón histórica: Japón fue la única nación que sufrió un ataque nuclear que afectó a toda una población civil, ¡con efectos que duraron décadas!

La historia de la película tiene lugar unos trescientos años en el futuro, después de que las plantas desarrolladas en los laboratorios en la Luna destruyeron la civilización de la Tierra y dominaron el planeta. El Bosque, una entidad inteligente, no solo derrotó a los humanos, sino que también encontró una manera de convertirlos en humanos Intensificados.

Algunos de estos humanos modificados han logrado coexistir con el Bosque, creando una comunidad llamada Ciudad Neutra, mientras que los más resistentes se han ido a otra parte, afianzándose en una fortaleza industrializada, la ciudad de Laguna.

En la Ciudad Neutra viven Agito y Caín, dos muchachos animados y siempre propensos a cometer alguma travesura que iba en contra del estricto código de conducta acordado con el Bosque. Una de estas veces, Agito entra en las profundidades de la montaña dominada por el Bosque, y descubre una antigua nave espacial que trajo humanos de la Luna.

En medio de los restos, Agito encuentra una cápsula con una niña todavía en animación suspendida. Su presencia hace que la cápsula despierte a la niña y la devuelva a la vida. Agito descubre que la niña pertenecía a la antigua civilización y se llamaba Tula.

Mientras Tula intenta adaptarse al nuevo mundo, su presencia ya ha sido notada tanto por el Bosque como por los humanos de Laguna, donde también había otro sobreviviente del pasado. Un joven llamado Shunack también había sobrevivido y estaba sirviendo al ejército de la ciudad, gracias a su conocimiento del Bosque.

No demora mucho que un destacamento de soldados de Laguna venga con Shunack en busca de Tula. Ella era la hija de Sakura, un científico que había ideado una solución para que los humanos se liberaran del Bosque.

Shunack convence a Tula para que lo acompañe a una antigua instalación militar diseñada por el Dr. Sakura, y active su solución contra el Bosque. Pero Shunack tiene su propia agenda, y cuando se revelan sus objetivos malvados, resulta que la situación actual de la Tierra es consecuencia de sus acciones pasadas. Ahora la esperanza está en Agito, con el apoyo de todos los humanos y vegetales.

“Origen: Espíritus del pasado” trae una historia curiosa sobre la relación del hombre con la naturaleza y los peligros que pueden sacudir el delicado equilibrio del mundo en que vivimos, con una actitud creciente e irresponsable de personas y gobiernos que destruyen todo de manera inconsecuente.

A diferencia de las recientes animaciones tridimensionales que han llegado al mercado, las producciones japonesas aún usan técnicas de dibujo 2D tradicionales, poniendo más énfasis en historias y expresiones. Para los amantes de los dibujos animados, cualquiera que sea la técnica utilizada, siempre es un placer ver estas maravillosas historias.

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