Oscar, ¿porque mi película no ganó?

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Cuando me desperté este lunes, todavía en la resaca de la premiación de los Oscar, me encontré con cientos de mensajes de un grupo Whats App formado por críticos de cine. Había mensajes de los más variados contenidos, pero la única cosa en común es que no existía unanimidad en prácticamente nada. Me pareció muy divertido, pues aunque para el mundo externo seamos aquellos expertos que entienden todo de la Séptima Arte, en el fondo no dejamos de ser lo mismo que ellos – apreciadores de cine.

Me divertí mucho con las discusiones del grupo, siempre apasionadas y vibrantes, donde conceptos filosóficos se contraponían a comentarios airados a quienes se atrevía a hablar mal de alguna personalidad idolatrada. Por lo tanto, la galardonada Olivia Colman era despreciada por los fans de Glenn Close, molestos por su querida estrella haber sido rechazada por la Academia por séptima vez, mientras que otros atacaban o defendían a Spike Lee por su reacción al anuncio de la victoria de «Green Book: una amistad sin fronteras».

A menudo se imagina que la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas (en Inglés, Academy of Motion Picture and Sciences) es una organización potente y maquiavélica que dicta los premios de acuerdo con los intereses más oscuros. Es decir, un concepto tan fantasioso y lejos de la realidad como el que se piensa de la masonería, por ejemplo.

En realidad, la Academia es una organización profesional honoraria dedicada al desarrollo del arte y la ciencia del cine. Se compone de más de ocho mil miembros, todos conectados de alguna manera en la industria del cine. Para ser parte, es necesario haber sido indicado para alguna premiación de los Oscar, o ser apoyado por dos miembros activos de la misma categoría del profesional que desea formar parte del grupo.

Para las indicaciones a los premios, los miembros de cada subgrupo eligen entre las obras presentadas para participar en la selección final. Por lo tanto, los directores eligen los finalistas a mejor director, actores eligen los finalistas al mejor actor y actriz, editores eligen los finalistas a la mejor edición, etc.. En la selección final, todos los miembros activos de la Academia pueden votar como quieran a través de voto secreto.

Un detalle que puede haber llamado la atención este año fue el hecho de que «Roma» fue nominada para Película Extranjera y a la Mejor Película, entre otras categorías. Para competir en la categoría de Película Extranjera, la película en idioma extranjero debe tener más de 40 minutos, haber sido producida fuera de los Estados Unidos y tener predominantemente diálogos en lengua no inglesa. Cada país indica un representante. Pero la película también puede ser indicada para otras categorías, como fue el caso de «Roma», que compitió en diez categorías y ganó los premios de Mejor Película Extranjera, Mejor Dirección y Mejor Fotografía.

El Oscar de este año fue uno de los más equilibrados en los últimos tiempos, ya que no había películas comp «Titanic» o «Avatar» en la disputa. Y por eso mismo, fue una premiación repleta de gritos y crujir de dientes de los fans insatisfechos con los resultados. «Green Book: una amistad sin fronteras» ganó Mejor Película, Mejor Actor Secundario y Mejor Guión Original. «Bohemian Rhapsody» llevó Mejor Actor, Mejor Edición, Mejor Mezcla de Sonido y Mejor Edición de Sonido.

La buena – y merecida – sorpresa fue la entrega de premios de Mejor Dirección de Arte, Mejor Diseño de Vestuario y Mejor Banda Sonora para «Pantera Negra», un tipo de película generalmente despreciada en las premiaciones. Otros no se salieron tan bien, como «Vice», que tenía ocho nominaciones y sólo ganó en la categoría Mejor Maquillaje y Peinado. Otro mal que perdió mucho fue «La favorita», que tenía diez nominaciones y sólo tuvo Mejor Actriz – debajo de mis protestas, ¡porque yo también estaba en el club de fans de Glenn Close!

Otras premiaciones también me encantaran, como el Mejor Canción para «Nace una estrella», Mejor Documental para «Free Solo», Mejor Película de Animación para «Spider-Man: un nuevo universo» y Mejores Efectos Visuales para «El primer hombre en la luna». Esta diversidad de resultados lleva a la pregunta inicial: si todos los votantes son especialistas en cine, ¿por qué no hubo unanimidad?

Bueno, podríamos parafrasear a Nelson Rodrigues, diciendo que toda unanimidad es tonta, y cerrar el asunto. Pero la verdad está contenida incluso en las entrelíneas del espirituoso cronista. No hay unanimidad, ya que cada persona tiene no sólo los gustos y preferencias personales, así como creencias e ideologías proprias, y sobre todo una historia de vida que inconscientemente lo lleva a gustar o no de algo.

Personalmente, considero «Roma» un poco soso y odié «La favorita», mientras algunos colegas ponen Alfonso Cuarón entre Dios y el Papa, y muchos se quedaron indignados por la falta de premios para la película de Lanthimos. Spike Lee ganó un Oscar por el guión de «El infiltrado del KKKlan» – premio que nunca había ganado – y se enojó con la revelación de Mejor Película para «Green Book: una amistad sin fronteras».

Por cierto, este fue el Oscar que más premió a los negros y las mujeres, e incluyó varias películas con temática que remite a la cuestión del negro americano. En el momento en que surgieron discusiones exaltadas sobre «Green Book: una amistad sin fronteras» ser una versión invertida de «Paseando a Miss Daisy», otros tejían loas al elenco y equipo técnico de «Pantera Negra», formada predominantemente por negros.

Lo más curioso es que esta premiación es absolutamente simbólica. El hecho de ganar un Oscar trae sólo una frase añadida al cartel de la película, ya que lo que hará que la película sea vista y revisada a lo largo del tiempo será la carga emocional que despierte en el espectador. Y como ya dije antes, eso es único e intransferible.

 

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