Película Recomendada: «Las Vírgenes Suicidas»

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Las vírgenes de Sofia

 

Al largo de mi vida de aficionado al cine, descubrí que una película puede ser – y es usualmente – clasificada por el gusto del espectador. A pesar de ser un punto de vista personal, hay las películas que nos gustan, las que odiamos y las nos dejan en duda sobre qué sentir. Tal vez no sea por casualidad que generalmente sean estas últimas las que más suscitan reflexiones sobre su contenido. Es en este grupo que puso «Las vírgenes suicidas» ( «The Viirgin Suicides», EE.UU., 1999), película de estreno de la directora Sofia Coppola, basada en la novela homónima de Jeffrey Eugenides. Es una película que trata de conservadurismo, represión, honor, desilusión y muerte, entre otras cosas.

La trama no tiene nada raro, excepto por el carácter excepcional de la tragedia se muestra aquí: el suicidio en masa de cinco niñas de la misma familia, entre las edades de trece y diecisiete años. Los hechos son mostrados a través de la confusa óptica de los adolescentes vecinos de las niñas. Ya que son ellos los narradores, desde el principio se admite que no hay una explicación plausible para el caso. De hecho, las razones de la tragedia están expuestas para que el espectador haga su propio juicio.

La narración se inicia con el intento de suicidio de la más joven de las cinco hermanas Lisbon. La niña corta las muñecas en el baño y es salvada por el voyeurismo de uno de los chicos de la vecindad. Cuando se le preguntó el terapeuta porque lo había echo, ella respondió que ningún hombre sabrá nunca lo que es ser una mujer a los trece años. Este es el modo en que la directora, también responsable del guión, va abriendo el pequeño mundo que describe.

La familia Lisbon era compuesta por el padre (James Woods), un alienado profesor de matemáticas, la madre (Kathleen Turner), una Católica extremada, y las cinco hijas. Las niñas jamás habían salido con muchachos, incluso las más viejas. Por recomendación del terapeuta, la familia decide hacer una fiesta en casa, que culmina con un nuevo intento de suicidio de la chica, en esta vez con éxito.

Después de la tragedia, la familia va volviendo gradualmente a la normalidad. El chico dorado de la escuela, Trip Fontaine (Josh Hartnett), acostumbrado a ser halagado por todas las mujeres, tiene el orgullo herido al ser ignorado por la hermosa Lux Lisbon (Kirsten Dunst). Decidido a conquistarla, Trip utiliza todo su encanto con la familia, y consigue llevar Lux al baile de la escuela. Para eso, reunió a otros tres compañeros para acompañar a las otras hermanas.

En el mejor estilo canalla, Trip seduce Lux y la abandona en plena fiesta, lo que provoca la furia de la enojada mama Lisbon. Transformando la casa en una prisión, la madre impide que sus hijas vayan a la escuela, obligando a Lux a destruir todos los discos de rock, acelerando el proceso de autodestrucción de la familia.

En un intento de ayudar a las niñas, los chicos de la vecindad establecen por el teléfono un diálogo musical de una belleza enternecedora (además, la banda sonora de la película, del grupo francés Air, es magnífica). Lux se transforma radicalmente. La inocente niña se convierte en la perra de la vecindad, llegando hasta a hacer sexo en el techo de la casa. La degeneración de las chicas culmina en la muerte colectiva de todas. Los padres afirman no tener idea de los motivos que las llevaron a eso y creen piadosamente que no tienen ninguna culpa.

«Las Vírgenes Suicidas» llama la atención sobre un problema que es parte de la realidad americana: el suicidio juvenil. Esta tragedia también es común en las culturas orientales, en particular en la japonesa. A pesar de que ambas presenten la misma pérdida inútil de vidas, en Japón el suicidio hace parte de la cultura, y es considerado como una solución digna para mantener el honor de la persona y la familia.

Ya en Occidente, es simplemente el fondo del pozo, el resultado de la desesperanza de una sociedad que no tiene un futuro que ofrecer a sus jóvenes. Para tener una idea de la tragedia americana, las estadísticas recientes muestran que una de cada cinco jóvenes ya ha intentado suicidarse. ¿Cuál será el futuro de una nación con tal sustentación? Según la Organización Mundial de la Salud, 800.000 personas se suicidan cada año. Y para cada caso fatal hay al menos otros 20 intentos fallidos.

Además de la excelente reconstitución de época, la película se basa en las cuatro figuras centrales del elenco. James Woods asume con perfección al padre demente, que vive inmerso entre ecuaciones matemáticas, hablando con las flores e ignorando a las hijas, dejándolas bajo la responsabilidad de la madre. Esta es vivida por una Kathleen Turner casi irreconocible, gorda, fea e irritable, nada recuerdando a la chica sexy de «Cuerpos Ardientes» y «Tras el corazón verde».

La pareja joven también está irreprensible. Kirsten Dunst, la niña de «Entrevista con el vampiro», construye un personaje que combina la inocencia más pura con la sensualidad a flor de piel. Josh Hartnett recrea el muchacho tramposo que conduce a la familia de Lisboa a la destrucción.

En su estreno como directora, Sofía fue orientada por papá Coppola, pero sorprendió a la industria al escribir el guión, y convencer a los productores para hacer la película. Si tomamos en cuenta el poco atractivo comercial de la película, se ve que fue un gran hecho.

La edición latina en DVD y Bluray mantiene el formato de pantalla ancha, audio en Inglés Dolby Digital 5.1, portugués y español, subtítulos en portugués, Inglés y español y varios extras. Además del trailer de la película, hay galería de fotos, un videoclip y un pequeño documental subtitulado en portugués, con las escenas de la producción.

La película «Las vírgenes suicidas» huye del estándar comercial al que estamos acostumbrados, especialmente las populares comedias adolescentes. Es una película hermosa, pero melancólica, en donde se conoce de antemano el destino de los personajes. Sin embargo, es un belo ejercicio de cine y que despierta algunos cuestionamientos acerca de cómo martirizamos las personas que más amamos. Vean con el corazón abierto.

 

Título original: «The Virgin Suicides»

 

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