Película Recomendada: «Jackie Brown»

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«Hablen mal, pero hablen de mí». Esta famosa frase, atribuida a un fallecido político de Bahía, puede no ser la filosofía de vida de Quentin Tarantino, pero es su realidad. Sería injusto, sin embargo, decir que sólo se habla mal de él. Al contrario, sus películas son amadas o odiadas con la misma pasión, pero sin unanimidad. Tal vez, por conseguir despertar las emociones de los espectadores, es que el polémico mix de director, productor, escritor y actor sea una estrella con brillo propio, en la constelación de Hollywood. Huyendo de la norma, por lo general no me apego a un director, y sí, a cada uno de sus trabajos de forma individual. Y por tener esa percepción diferente para cada trabajo de Tarantino, considero «Jackie Brown» su mejor película. Los fans de «Pulp Fiction», por favor, dejen para tirar piedras a alguien más digno de eso.

Jackie Brown (Pam Grier) es una mujer negra de mediana edad que trabaja como azafata en una aerolínea de bajo costo mexicana. Para ganar unos cuantos dólares más, Jackie hace las veces de paloma mensajera para un pequeño traficante de armas, Ordell Robbie (Samuel L. Jackson), trayendo dinero de una cuenta fantasma en México. En una de estas veces, ella es sorprendida por la policía llevando cincuenta mil dólares americanos. Como en la tierra del Tío Trump es ilegal traer más de diez mil dólares sin declarar en la aduana, nuestra heroína fue para la cárcel.

Además de Jackie, Ordell tenía problemas con otro empleado, Beaumont Livingston (Chris Tucker). Joven e irresponsable, Beaumont había sido detenido conduciendo borracho con una pistola ilegal en el coche. Con sus antecedentes, sin duda eso lo llevaría a diez años de prisión, de los cuales sólo se saldría si delatara a su jefe. Ordell sumó dos más dos y luego despachó a Beaumont de esa para mejor.

Para sacar Jackie de la prisón, Ordell utiliza los servicios de un agente de fianza, una especie de representante legal, que es responsable por ocuparse de personas en libertad condicional. El agente es Max Cherry (Robert Forster), un hombre a punto de jubilarse, que se toma por una atracción inmediata a Jackie.

Ordell todavía trata de mantener el negocio en orden, y ahora cuenta con la ayuda de un antiguo compañero de prisión, Louis Gara (Robert De Niro). El nuevo compañero todavía se resiente de un largo período entre rejas y la visión de la joven novia de Ordell no ayuda a su rehabilitación. Melanie (Bridget Fonda), joven y hermosa, sólo tiene dos placeres de la vida: ver la televisión y drogarse todo el tiempo.

Mientras continúa a ser presionada por la policía federal para entregar Ordell, Jackie sufre amenazas veladas del propio jefe. Sin alternativa viable, ella decide ejecutar un plano milagroso para engañar a todo el mundo y huir con la grana del traficante.

Esta película es un excelente ejercicio de suspense, muy presente en los thrillers de todos los tiempos. Algunos aspectos, sin embargo, hacen «Jackie Brown» quedar por encima de la media. El más importante fue el casting, que sostiene el conjunto de la trama.

Las figuras más conocidas, Samuel Lee Jackson, Robert De Niro, Bridget Fonda, Michael Keaton y Chris Tucker quedaran con caracteres secundarios. Jackson encarna el traficante con cola de caballo, barba de chivo y acento de gueto. Niro, con cara de quien apareció en la última hora, es el exconvicto. Keaton es el agente federal que sostiene a Jackie. Bridget, bella y talentosa, está óptima como la surfista drogada mientras Chris Tucker hace su eterno caractere de grillo hablante, saliendo al inicio de la película.

Los papeles principales se quedan con Pam Grier y Robert Foster, excelentes actores que durante tres décadas sólo hicieron caracteres secundarios en el cine y la televisión. El más notable papel de Foster fue su película de estreno, «Reflejos en tus ojos dorados» («Reflexions in a Golden Eye», EE.UU., 1967), con Elizabeth Taylor y Richard Burton.

Si hasta ahora los negros todavía están luchando por los premios Oscar, al menos Pam obtuvo una nominación para el Globo de Oro por su interpretación de Jackie. Además, para esta película, Foster fue nominado a un Oscar al mejor actor de reparto y Jackson ganó el Oso de Plata al mejor actor en el Festival de Berlín.

Otro dispositivo interesante, que Tarantino había usado ya en «Pulp Fiction» es la conducción de la narrativa. En la mayoría de las películas, la historia sigue una narrativa lineal, con eventos simultáneos contados en serie (recordemos el «mientras tanto, en la Sala de Justicia…). El director subvierte esta lógica en un momento de suspenso, cuando Ordell presiona Jackie y, a continuación, muestra una secuencia de eventos en un centro comercial. El mismo intervalo de tiempo se muestra tres veces, siempre desde un punto de vista diferente, resultando en un conjunto muy original.

Un tercer aspecto curioso de esta película es la forma en que se presenta la violencia. A diferencia de la forma explícita e incluso banal de otras películas de Tarantino, en «Jackie Brown» todo es más oculto y sumergido. La secuencia de la muerte del personaje de Chris Tucker es el mejor ejemplo de esto. Todo se muestra a distancia, sólo confirmando lo que el espectador ya anticipaba. Todas las acciones y reacciones son inesperadas, escapando del lugar común de las películas policiales.

Huyendo a la norma donde todo el mundo es joven y perfecto como en los anuncios de margarina, Tarantino muestra una bella historia de amor entre personas maduras que todavía sueñan con fantasías románticas – y tienen todo el derecho a hacerlo. También se muestran las barreras, a menudo insuperables, que las personas construyen en torno a sí mismas y que dificultan la realización de sus sueños y deseos más íntimos. Recomiendo.

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