Después de la Tierra
El sendero del miedo
El director M. Night Shyamalan siempre ha suscitado polémica con sus películas, generando legiones de defensores y detractores, desde el éxito mundial de «El sexto sentido» («The Sixth Sense», EE.UU., 1999). No podría ser diferente con “Después de la Tierra” («After Earth», EE.UU., 2013), aunque, a diferencia de la mayoría de sus películas, esta no tuvo de un argumento suyo, sino de Will Smith.
Como el propio título sugiere, «Después de la Tierra» es una ciencia ficción apocalíptica, donde, en un futuro lejano, la raza humana se vio obligada a abandonar su planeta natal. Además de la explotación desenfrenada de los recursos naturales por parte de los propios habitantes, ha llegado una amenaza externa en forma de extraterrestres.
El arma utilizada por los invasores eran seres monstruosos apodados los Ursa, quienes, aunque ciegos a la vista, olfateaban las feromonas generadas por los humanos en una situación de pánico. La destrucción de vidas no solo fue mayor debido a la aparición de guerreros apodados «fantasmas», ya que podían controlar el miedo y enfrentarse a las bestias alienígenas.
El más famoso de estos «fantasmas» fue el general Cypher Raige (Will Smith), el carismático líder de los Rangers, soldados que defendían la colonia humana de Nova Prime, donde el resto de la humanidad se había refugiado, haciendo de la Tierra un lugar prohibido.
Aunque aclamado entre sus comandados, Cypher tenía serias dificultades en la relación con su hijo Kitai (Jaden Smith). El uno, traumatizado por la brutal muerte de su hermana, atacado por una Ursa, no lograba buenos resultados en actividades al aire libre, lo que le perjudicaba en el deseo de convertirse en Ranger.
En un intento por mejorar las relaciones entre los dos, Cypher invitó a su hijo a viajar con él a un centro de entrenamiento en otro planeta. El viaje, que sería solo un transporte de rutina, en realidad llevaba una Ursa, que se usaría en el entrenamiento de nuevos «fantasmas».
Pero una tormenta de asteroides causa graves daños a la nave, que se ve obligada a aterrizar en el planeta más cercano, ¡obviamente el prohibido planeta Tierra! Debido a la caída, la mayoría de la tripulación muere, y solo Kitai y su padre, que está gravemente herido, sobreviven.
Teniendo como única solución enviar la llamada de socorro a través de equipos que estaban en la parte trasera de la nave, Cypher se ve obligado a enviar al niño a una misión arriesgada, caminar más de cien kilómetros en una tierra poblada de seres desconocidos, con una atmósfera enrarecida y obstáculos inimaginables. Ya sería una tarea difícil para un soldado entrenado, y aún más para un adolescente inexperto.
Pero como era el único medio, Kitai se va en busca del resto de la nave, mientras Cypher se mantiene monitoreando a su hijo, temiendo por él debido a la peor amenaza del universo: ¡una Ursa suelta, y traído por ellos mismos!
La Tierra que Kitai enfrenta había cambiado mucho desde la partida de la humanidad. La temperatura desciende a niveles helados por la noche, y muchos animales se han adaptado a las nuevas condiciones de vida, convirtiéndose en seres monstruosos.
Pero la mayor batalla que Kitai debe enfrentar será con su propio miedo. Para ello, tendrá que entender lo que dice su padre, cuando explica que «el peligro es real, pero el miedo es una elección».
El guión de la película presenta algunos problemas, pero el foco principal es el viaje del niño, el real, en medio de los peligros de la tierra desconocida, y en su propia intimidad, donde tiene que lidiar con la relación con su padre y la pérdida de su hermana. Además del viaje aventurero, lleno de situaciones de acción, la película sugiere una analogía interesante, con el no menos arriesgado y doloroso paso de la infancia a la edad adulta.
Como era de esperar, los efectos especiales son magníficos, tanto en los entornos «tecnológicos» como en la creación de animales, especialmente el monstruo alienígena.
Esta película se puede ver en la plataforma de streaming Netflix.