El hombre perfecto

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Demasiado bueno para ser verdad

 

Cuando Fritz Lang estrenó “Metrópolis” (“Metropolis”, ALE, 1927), no imaginó que su película, además de convertirse en un hito de la ciencia ficción en el cine, también marcaría el comienzo de una larga lista de películas sobre las relaciones entre hombres y robots. En este mismo tema la galardonada directora alemana Maria Schrader nos trae la película «El hombre perfecto» («Ich bin dein Mensch», ALE, 2021).

Imagine una pareja no solo bella y elegante, sino también culta, inteligente y que siempre está buscando la mejor manera de complacer el otro. Este es Tom (Dan Stevens), la pareja con la que se espera que la investigadora Alma (Maren Eggert) viva durante tres semanas. El único problema es que Tom es un robot humanoide.

Alma es una mujer de mediana edad que hacía poco tiempo había terminado una longa relación. Ella es apasionadamente dedicada a su investigación y para mantener la financiación, acepta participar en un experimento. Alma debe vivir durante tres semanas con un robot especialmente preparado para ella.  Esta experiencia será importante para apoyar la discusión sobre los derechos humanos de los robots.

Los primeros días son extraños, ya que la perfección de Tom se choca con la percepción de Alma de que su individualidad está siendo invadida. Al mismo tiempo, Alma descubre facetas completamente nuevas en su compañero de piso.

Algunas situaciones curiosas suceden cuando Alma visita a su padre, que sufre de demencia senil, y también cuando va a la fiesta de casa nueva de su ex y descubre que su nueva esposa está embarazada. Este es un punto delicado para Alma, ya que ella misma había sufrido un aborto espontáneo.

Poco a poco, Alma descubre cosas nuevas también en otras «parejas», mucho mejor adaptadas y que están plenamente satisfechas con la situación. Alma, sin embargo, piensa que las imperfecciones del ser humano son importantes, lo que lleva su relación con Tom a otro nivel.

El elenco es pequeño pero perfecto. Dan Stevens, el único actor inglés de la película, es más conocido por su participación en la serie Downton Abbey, y hace la caracterización perfecta del robot Tom. Maren Eggert, que interpreta a Alma, aunque muy atractiva, no tiene el estándar de belleza tipo «publicidad de pasta de dientes» tan común en Hollywood. Esto hace que su personaje sea mucho más creíble.

«El hombre perfecto» ganó el Oso de Plata en el Festival Internacional de Berlín, así como varios otros premios y nominaciones. La película fue elegida para representar Alemania en la Categoría Mejor Película Internacional en los Premios de la Academia 2022.

La idea de la película surgió de un cuento de la autora alemana Emma Braslavsky, aunque existan otras fuentes literarias sobre el tema. El gran escritor de ciencia ficción Isaac Asimov tiene varios cuentos y libros que exploran la temática, pero lo que mejor se adapta a esta película es «Satisfacción garantizada», de la recopilación «Los Robots», publicada en 1964. En él, un robot humanoide se le da a la esposa de un ejecutivo como un experimento. En el cuento se plantea la duda de si el robot podría enamorarse del humano, cuando en realidad es lo contrario lo que sucedió.

Esta es también la conclusión de Alma en «El hombre perfecto». Después de todo, un compañero de este tipo solo tiene cualidades, es capaz de aprender todos los gustos del humano y no tiene defectos. Como dice el personaje, sería muy fácil para el humano enamorarse de una máquina así, pero eso solo dañaría su relación con otros humanos.

Aunque sea ficción en el sentido más amplio, la situación descrita en «El hombre perfecto» no está tan lejos de la realidad como uno podría imaginar. En este mismo momento en el que vivimos, muchas inteligencias artificiales están en contacto con nosotros, aunque no seamos conscientes de ello.

Lo peor es que, a diferencia del simpático Tom, las inteligencias artificiales detrás de las redes sociales que utilizamos usan nuestros gustos y preferencias no para hacernos felices, sino para incitar rivalidades y antagonismos, generando beneficios del tráfico de red y la publicidad pagada.

«El hombre oerfecto» es una película muy interesante que huye del lugar común de las producciones de Hollywood y nos lleva a pensar un poco más sobre el entorno virtual en el que estamos inmersos -y con gran influencia en nuestras acciones reales-.

 

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