His Dark Materials – La Materia Oscura
Brújula desconcertada
Es posible que mucha gente que vio la película «La brújula dorada» («The Golden Compass», EE.UU., 2007) nunca tuvo idea de la polémica que rodeó el trabajo original, la serie de libros «La materia oscura», del escritor inglés Philip Pullman. Ateo declarado, Pullman causó revuelo al dar forma a la poderosa organización dominante en el mundo de sus libros, el Magisterio, con características muy similares a las de la Iglesia Católica. Evidentemente, como en Hollywood no hay tontos, estos aspectos «heréticos» se suavizaron mucho en la película.
Para los fanáticos de los libros, que querían una versión más fiel, la oportunidad llegó con la serie “His Dark Materials – La Materia Oscura” (“His Dark Materials”, EE.UU., 2019), producida por HBO, y mucho más cercana a la visión original de Pullman. Hay tres temporadas, donde cada una corresponde a uno de los libros (Luces del norte, La daga y El catalejo lacado).
En los primeros momentos de la película y de la serie, se advierte al espectador que hay muchos mundos que viven en universos paralelos y que el de la historia, aunque sea similar, no es el nuestro. En este mundo, cada ser humano tiene un «deamon», una manifestación física de su propia alma en forma animal. Los niños, hasta que alcanzan cierta madurez, tienen un deamon cambiante, que puede tomar diferentes formas. Nadie puede tocar el deamon del otro, y termina siendo un alter ego de su dueño, con quien intercambia confidencias y opiniones.
Es en este extraño mundo donde vive Lyra Belacqua, una huérfana que vive en la Universidad de Oxford, una de las pocas organizaciones que no están subordinadas al poderoso Magisterium. Al margen de esta sociedad se encuentran las familias de los Gypcios, una especie de gitanos, que tienen sus propias leyes, pero viven en armonía con el resto de la población.
Lyra tiene un protector, el misterioso Lord Asriel, cuya sed de conocimiento desafía al Magisterio, que prefiere dictar lo que la gente puede saber y qué creer. Asriel descubrió la existencia de una sustancia conocida solo como «polvo», que tiene una relación con el deamon de las personas.
Un misterio atormenta el mundo de Lyra. Muchos niños, especialmente hijos de los Gypcios fueron secuestrados y llevados a un lugar desconocido. Cuando el mejor amigo de Lyra desaparece, ella se encarga de encontrarlo.
El decano de la universidad le da a Lyra un regalo, un misterioso artefacto conocido como la Brújula Dorada, cuyo propósito y forma de uso la niña desconoce. Mientras tanto, aparece la misteriosa Marisa Coulter, que se interesa por Lyra y la lleva a su casa en Londres.
Cuando se entera de las verdaderas intenciones de Marisa, Lyra se escapa, recibiendo ayuda de las familias Gypcias, y más tarde de las brujas, cuya reina, Serafina Pekkala, también queda a su lado.
El destino de todos será la peligrosa tierra del Norte, donde conviven los osos polares, los peligrosos nómadas de esas tierras y un misterioso laboratorio, donde se llevan a cabo terribles experimentos con los niños desaparecidos.
Independientemente de las posibles interpretaciones religiosas que se puedan hacer, “La brújula dorada” es una interesante película de aventuras, con buenos efectos especiales y la reafirmación de los valores familiares. La elección de Nicole Kidman como Marisa Coulter y Daniel Craig como Lord Asriel cambió en gran medida la percepción del espectador, ya que ellos son los villanos de la historia.
La serie de HBO, que a finales de 2020 concluyó la segunda temporada, está muy cerca de la versión literaria. James McAvoy y Ruth Wilson carecen del encanto de Daniel Craig y Nicole Kidman, pero interpretan correctamente a sus personajes. La talentosa actriz infantil Dafne Keen, que debutó en el cine con “Logan” (EE. UU., 2017), fue la elección perfecta para la protagonista Lyra Belacqua.