Crítica: «Atracción» e «Invasión»
ET con acento ruso
Cuando se habla del cine ruso, lo primero que viene a la mente son películas clásicas como «El acorazado Potemkin» («Bronenosets Potemkin», RUS, 1925), «Solaris» («Solarys», RUS, 1972) y «Stalker: La zona» (“Stalker”, RUS, 1979). Aunque la Cortina de Hierro haya caído hace treinta años, aún es difícil la llegada de películas rusas a nuestro circuito de exhibición. Hoy en día, gracias a Internet, tenemos acceso a las películas de todas partes del mundo, y de Rusia viene un hallazgo, incluyendo la promoción dos por uno: «Atracción» («Prityazhenie», RUS, 2017) y «Invasión: El fin de los tiempos» («Vtorzhenie», RUS, 2020).
En una de sus ilusiones, el entonces presidente brasileño Collor clasificó los automóviles producidos en Brasil como «carruajes», y abrió el país para importar vehículos y otros bienes. El resultado fue una avalancha de automóviles rusos, que parecían haber sido moldeados con un machete. Esto había sido la influencia de años de aislamiento forzados por la Guerra Fría, transmitiendo una imagen de productos crudos y poco acabados, y también de dudosa calidad. Este echo sucedió en los últimos minutos de vida de la Unión Soviética.
Tres décadas después, la Guerra Fría y la Unión Soviética son memorias del pasado. Sin embargo, esta imagen de productos pobres y crudos se mantuvo y se extendió a otros sectores, incluido el cine. Esta imagen se ve reforzada por la influencia de la industria estadounidense, que domina la distribución de películas y dificulta el acceso a producciones de otras partes del mundo.
Con la globalización e Internet cada vez más rápido, hoy los servicios de transmisión compiten en el mercado con los distribuidores, e incluso en el campo de las producciones. Hoy es posible ver una serie producida por HBO en Cuba y películas rusas producidas por Sony, que es el caso de las que vamos a analizar. Y la mejor parte es que la calidad no debe nada a ninguna producción de Hollywood.
«Attracción», lanzada en 2017, explora el viejo tema de la invasión alienígena con una perspectiva diferente. ¿Y si los invasores tuvieran buenas intenciones y nosotros fueramos los villanos? La película trata de una nave espacial alienígena que es golpeada por una lluvia de meteoritos y cae en un barrio residencial de Moscú, dañando edificios y matando a cientos de personas.
Mientras los militares intentan mantener la situación bajo control, para establecer comunicación con los visitantes, grupos de residentes se unen para combatirlos. Entre estos están la estudiante Julia (Irina Starshenbaum) y su novio Tyoma (Alexander Petrov). El padre de Julia, el coronel Lebedev (Oleg Menshikov), es el oficial quien está a cargo de mantener el aislamiento y comunicarse con los extraterrestres.
Cuando los jóvenes se infiltran en el área aislada, Julia se encuentra con un extraterrestre, que termina salvando su vida. A partir de ahí, mientras sus amigos solo están interesados en una extraña armadura dejada por el invasor, Julia descubre que esto está herido y trata de ayudarlo, con el apoyo de un colega nerd, Google (Evgenly Mikheev).
Las cosas se precipitan, y una batalla confusa tiene lugar al lado de la nave espacial, con un Tyoma enloquecido usando la armadura alienígena, mientras Julia, su padre y el alienígena Hakon intentan poner fin al conflicto.
Un aspecto interesante de esta película es el uso del sentimiento xenófobo que ha estado asolando el mundo en los últimos tiempos, utilizado por los líderes populistas contra los inmigrantes y como una forma de ganar más seguidores.
A pesar de no tener nombres conocidos fuera de Rusia, el elenco tiene experiencia en cine y televisión, y tiene una actuación segura, muy diferente del patrón melodramático que marca muchas producciones eslavas. Otra cosa que se destaca es el buen uso de efectos especiales, tanto en la nave espacial alienígena como en las escenas de batalla.
El final de «Atracción» ya sugería que podría haber una continuación, que se materializó en 2020 con «Invasión: El fin de los tiempos». La historia sigue con los mismos personajes tres años después de los eventos mostrados en la primera película.
Julia está en la universidad, y donde va está siempre rodeada de guardias de seguridad. Esta medida no solo se debe al hecho de que su padre ahora es un general, sino que también participa en la investigación de los artefactos que dejaron los extraterrestres en la primera película. Su ex novio, Tyoma, también participa en la investigación, pero como prisionero, debido a sus actos pasados.
La niña sufrió algún tipo de mutación, no solo por el extraño brazalete recibido del extraterrestre, sino también cuando fue salvada de la muerte en la nave espacial. Sin embargo, aunque se da cuenta de que algo diferente está sucediendo dentro de ella, no tiene idea de qué puede hacer con esa energía.
Todo cambia cuando ella descubre que el alienígena que imaginó muerto está vivo, «con domicilio, huerta y empleo», viviendo en un suburbio de Moscú. Pero este encuentro también desencadena otras consecuencias cuando RA, la inteligencia artificial que controla la nave extraterrestre, decide eliminar a Julia, debido al peligro que ella representa.
Mientras Lebedev intenta proteger a su hija, RA interfiere con las comunicaciones, alterando las noticias e incluso las conversaciones telefónicas con el objetivo de matar a Julia. Como bien sabían Goebbels y Cia, quien domina las comunicaciones, domina todo. Esta vez, el choque entre terrestres e invasores está más cerca de lo que estamos acostumbrados a ver en las pantallas, aunque la doble inundación sea una solución original que nunca antes había visto en ninguna película de ficción.
Estas dos películas son muy interesantes, no solo por el enfoque diferente de lo que estamos acostumbrados a los estándares de Hollywood, sino también porque son piezas de entretenimiento muy adecuadas para los amantes de las películas de acción.