Película recomendada: «Villa-Lobos: Una vida de pasión»
Villa-Lobos: vida y obra del chamán de la música brasileña
Una queja general, y lamentablemente verdadera, es que somos un país de la memoria corta. Es difícil determinar eventos que ocurrieron hace sólo unas décadas, garantiza el director Zelito Viana, que se vio obligado a hacer un gran trabajo de investigación para realizar un viejo proyecto, una película sobre Heitor Villa-Lobos. Pero, según la creencia popular, hay males que vienen para bien. En la época del lanzamiento de la película «Villa-Lobos – Una vida de pasión» («Villa-Lobos: Uma Vida de Paixão», BRA, 2000), los medios digitales ya estaban disponibles en DVD, permitiendo el registro con una mejor calidad de sonido e imagen.
Si para otro tema eso no sería importante, en este caso específico fue fundamental. La rica obra del gran compositor brasileño se perdería en un sonido monofónico, debido a su inmensa profusión de detalles. La imagen, igualmente importante en la película, perdería la riqueza de la hermosa fotografía, a ser mutilada en una mala resolución de las viejas cintas VHS.
La película podría ser analizada por el aspecto musical o la exactitud histórica de los hechos. Que para los productores de la película fue difícil investigar a fondo la biografía del conductor, ni me atrevo a cuestionar. El primer aspecto, sólo vino a la mente doña Deborah, mi querida profesora de música del Colegio Estatal de Santa Rita, que se esforzaba para enseñarnos alguna cosa de este noble arte.
Si mi conocimiento musical es todavía nulo, al menos pudo identificar al «O canto do pajé», que intentábamos cantar en las fiestas del Centro Cívico. Por supuesto, nunca he salido tan hermoso como el coro de cuarenta mil voces que regidas por Villa-Lobos, hecho registrado en la película.
Vamos, entonces, a analizar la película por el mejor ángulo de que disponemos: el del espectador. En duda entre una pieza biográfica o una obra cinematográfica, Zelito Viana ciertamente eligió la segunda opción. La película usó – y abusó – de los flashbacks, yendo y volviendo en el tiempo, hasta el punto de dejar confusa a una persona poco acostumbrada a este artificio. Para vivir el personaje, Marcos Palmeira hace Villa-Lobos joven, mientras que Antonio Fagundes lo representa en la faz madura.
Por lo general, se utiliza un punto de referencia para hacer viajes al pasado, para rescatar los recuerdos del personaje. En la película, la historia comienza en 1959, el último día de vida del artista y son mostrados eventos en varias épocas diferentes. Otro punto de referencia utilizado fue el primer viaje de Villa-Lobos a los Estados Unidos en 1944. Durante el viaje, él tuvo que ser hospitalizado, y también ahí hay varios flashbacks encadenados.
A pesar de esas idas y venidas, la vida del maestro va siendo delineada, mostrando las personas que influyeron en su vida, como el padre riguroso, pero alentador del arte (Othon Bastos), la madre cariñosa, pero castradora de su música (Marieta Severo), la tía Fifina (Lucinha Lins), que lo inició en Bach, la primera mujer, Lucília (Ana Beatriz Nogueira), el músico Artur Rubinstein (Emilio de Mello), la segunda mujer, Mindinha (Leticia Spiller), además de otros que aparecen de relance, como el escritor Érico Veríssimo (Marcelo Tás), que fue su intérprete en Estados Unidos.
Un punto controvertido de la biografía de Villa-Lobos es el viaje que hizo al norte y noreste de Brasil en la primera década del siglo pasado. Si Villa-Lobos no fue hasta el Amazonas, no significa que no tuviera se aventurado menos, porque en un país sin carreteras y sin comunicación, como era el Brasil de ese tiempo, un viaje al interior de Paraíba ya era una expedición que implicaba muchos riesgos, fueran indios salvajes, enfermedades endémicas, o salteadores.
Sin embargo, dos cosas hacen «Villa-Lobos: Una vida de pasión» una película imprescindible. La primera es que se hizo un retrato del ser humano, y no del mito. Heitor Villa-Lobos era una persona con defectos y cualidades, lo que le hizo ser amado y odiado por muchos. Lo mismo sujeto irascible, que no aceptaba la autoridad de cualquier persona, utilizó la maquinaria del Estado Nuevo de Getúlio Vargas para promover la educación musical en la educación pública.
El hombre que amaba a su país, al punto de tenerlo presente en todas sus obras, no aceptaba ser presentado como «compositor brasileño», por considerar la música un valor universal.
El segundo aspecto, que hace la película interesante, es la transposición, para imágenes, de varias de las composiciones del gran maestro. El mejor ejemplo es la secuencia de la grabación de «Trenzinho caipira». Otras escenas ilustran momentos de creación de ciertas obras, juntando el tema y la música, en un conjunto fascinante.
Para los legos como yo, además de la muy conocida Aria de la Bachiana Nº 5, fue posible reconocer otras canciones como la ya mencionada «Trenzinho Caipira» y «O canto do pajé». Además de éstas, otras composiciones encantan los oídos del espectador, en la interpretación de la Orquesta Sinfónica Brasileira y del Coro del Teatro Municipal de Río de Janeiro.
Por desgracia, la película no fue lanzado en Blu-Ray, pero el DVD nacional producido por Playarte tuvo una edición de buena calidad. Fue mantenido el formato de pantalla ancha original, con buena calidad de imagen, el audio en portugués está en Dolby Digital 5.1 y 2.0, y los subtítulos son en portugués, Inglés, Francés y Español.
Atención a los Extras, porque hay dos páginas de opciones, y el mejor material está en la segunda. Están disponibles: Biografia de Villa-Lobos, notas de producción, biografías de los actores y el director, making of (9 minutos) producido por la TV Cultura, trailer de cine, el testimonio de los actores (19 minutos), el documental «Villa-Lobos – inicio del proyecto «(23 minutos), testimonio del equipo técnico (7 minutos), y el videoclip «El canto del pajé».
«Villa-Lobos: Una vida de pasión» es, como dice el título, una película sobre pasiones. No sólo las pasiones de Villa-Lobos, música, mujeres, y la vida, sino también de los creadores de la película, que perseguieron la idea durante años, hasta que lo lograron. La película es un monumento vivo a una de las más grandes figuras de la historia brasileña, no se limitando a lo fáctico, pero dando una visón del conjunto de su obra, sin dejar de lado la dimensión humana. Felicitaciones a Zelito Viana, su hijo Marcos Palmeira, Antônio Fagundes, Leticia Spiller, Ana Beatriz Nogueira y todo el equipo de producción. Y, felicitaciones para nosotros, que podemos apreciar esta película, con un placer redoblado.