Osmosis

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¿Dónde está mi alma gemela?

 

¿Qué debe ser necesario para encontrar su alma gemela? ¿Salir buscando en las aplicaciones de encuentros o directamente en las baladas? ¿Y qué tal si una inteligencia artificial lo hiciera por usted? Esta es la propuesta de la serie «Osmosis», de Netflix francesa, que se estrenó la semana pasada.

La trama se desarrolla en un futuro distópico donde no parece existir la violencia y el hambre. En vez de eso, la gente siente la necesidad de relacionarse, sea a través de un encuentro virtual o con el esperado lanzamiento de un revolucionario producto de la compañía Osmosis, que promete el descubrimiento inmediato de su alma gemela.

Para ello, el candidato debe ingerir un cóctel de nano-elementos que se conectarán al cerebro de la persona, permitiendo que una inteligencia artificial haga el descubrimiento del alma gemela, a través de una poderosa búsqueda en las redes sociales.

Los cerebros detrás de Osmosis son los hermanos Esther (Agathe Bonitzer) y Paul Vanhove (Hugo Becker). La motivación para el descubrimiento de la tecnología se debió a que Paul y su madre eran portadores de una enfermedad degenerativa del cerebro, que llevaba a un coma profundo y posteriormente a la muerte. Esther consiguió traer al hermano de vuelta a la vida haciendo un implante ilegal, y ellos descubrieron que uno de los efectos colaterales del estímulo cerebral era el descubrimiento del par perfecto.

En el caso de Paul, el alma gemela era Joséphine (Philypa Phoenix), que también aceptó el implante, llevándolos al descubrimiento de un nivel de relación emocional y sexual impensable.

El momento actual es decisivo, porque Osmosis llevará a cabo un experimento con un grupo de voluntarios, antes del lanzamiento final del producto. Hay una gran expectativa de la prensa y del público en general, pues eso sería una propuesta totalmente diferente del sexo virtual ofrecido por una empresa competidora.

Pero no todo está perfecto. A pesar del éxito de la empresa, Esther tiene su propia agenda. Su mayor objetivo es restaurar la memoria de su madre, trayéndola para una vida normal. Para ello, ella arriesgará algunas acciones antiéticas e incluso peligrosas para algunos de los participantes del grupo del experimento.

Paul, por otro lado, también tiene sus problemas, como Joséphine simplemente desaparece sin dejar rastro, y se sospecha que ha sido secuestrada. Una empresa de inversión parece tener alguna parte en ello, mientras que los Humanistas, un grupo radical, intenta por todos los medios a sabotear Osmosis.

Todos actúan de acuerdo con sus convicciones y objetivos propios, no siempre los más honestos o éticos, y al final de todo, permanece una cuestión: ¿adelanta encontrar su alma gemela, si la dificultad de amar está en sí mismo?

Al igual que con el cine, las series europeas superan a sus homólogas estadounidenses no sólo por los temas más innovadores, sino también por el enfoque más atrevido. El elenco tiene muchas caras bonitas, pero sin la profusión exagerada de personajes de comerciales de margarina. El final de la serie trae un cierre para la temporada, pero lo deja abierto a múltiples interpretaciones y una posible continuación.

El gigante de streaming Netflix avanza cada vez más sobre el territorio de los grandes estudios de cine y televisión, con películas y series innovadoras que traen una frescura inesperada al mundo del entretenimiento visual.

Esta interesante serie es provocativa, trayendo una crítica sobre el mundo hiper conectado en el que vivimos, y que nos lleva a menudo a olvidar las verdaderas relaciones reales y físicas. Olvidamos hasta que el proximo en general está muy cerca. En tiempo: hay algunas discretas escenas de desnudez y afecto entre personas del mismo sexo, pero nada que ofenda a la familia tradicional, incluso en estos tiempos tan medievales que vivimos ahora.

La mayor virtud de «Osmosis» es recordar que no siempre lo que nos proponemos es cierto y ético, y que muchas verdades desagradables se pueden ocultar bajo el manto de buenos recuerdos. Inténtenlo!

 

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