Película de la semana: «El camino a casa»
Corazón de porcelana
Atrás han quedado los días en que las producciones orientales se limitaban a películas de kung-fu de Hong Kong. Muchas películas de Japón, Taiwán, Vietnam, China y Corea del Sur son de una calidad de hacer envidia a Hollywood. Son perlas como el vietnamita «Tres estaciones», el coreano «La mucama siniestra», y los chinos «Ni uno menos» y «La caja china». A ellos se une «El camino a casa» ( «Wo de fu Qin Qin mu», CHI, 1999), de Zhang Yimou, quien también dirigió «La casa de las dagas voladoras» y «La Gran Muralla».
La historia de la película es de una simplicidad aterradora: un joven regresa a su pueblo natal cuando recibe la notícia que su padre había muerto. Este era el único maestro de la aldea, donde había enseñado por cuarenta años. Al llegar en su casa, el joven descubre que la madre quiere que se cumpla una antigua tradición de la región: los muertos se deben llevar a pie para que no se pierdan en el camino de casa.
En ese regreso a su lugar de origen, el joven revive la historia de amor de sus padres. En el lugar y en la época en que vivían, todas las bodas eran negociadas por las familias. Di (Zhang Ziyi), una joven inculta del interior, ya había rechazado a varios pretendientes. Cuando el joven y urbano Changyu (Hao Zheng) viene a ser el maestro local, ella se apasiona perdidamente por él.
Indiferente a ese abismo cultural que los separaba, Di llega casi a morir – literalmente – debido a ese amor. Hasta ahora, no hay nada que no se haya visto un millar de veces en el cine.
La diferencia de esta película es el trato delicado que se da a la relación de los dos jóvenes. A diferencia de nuestras novelas, donde en el primer encuentro los jóvenes van a la cama, el comportamiento de los jóvenes chinos puede parecer ridículamente ingenuo. No es, por lo menos para aquellos capaces de compartir la inocencia del primer amor.
La película es hermosa, sea por los paisajes de sacar el aliento, sea por la música suave y enternecedora, sea por el romance delicado y dolorosamente real. No es sin razón que sentimos el dolor de Di, al partir el vaso de porcelana que contenía las delicias para su amado. Con él se partía también el corazón de la muchacha y todos sus sueños más hermosos.
En este universo aún vive la madre que había perdido la vista de tanto llorar la pérdida del esposo, pero que es capaz de ver lo que otros no veían. Es de ella la iniciativa de mandar reparar el tazón partido, de valor inestimable para la chica.
En la búsqueda de satisfacer los deseos de su madre, el hjo del maestro termina encontrando mucho más que miraba. El valor de su padre, la amistad y el aprecio de personas desconocidas o muy olvidadas, así como sus propias raíces que había pensado haber cortado. El viaje a casa no fue sólo el de su padre. El romance, la cultura y la tradición lo conducen para el mayor tributo al viejo profesor.
Esta película, que no fue lanzada en Estados Unidos en video, tuvo una excelente versión brasileña en DVD. El formato original de la película permite disfrutar de la hermosa fotografía, y el audio en mandarín nos permite escuchar la curiosa musicalidad de la lengua china. Desafortunadamente no hay extras, pero este es un caso en el que el contenido de la película ya está muy bien. La banda sonora es un espectáculo aparte, con melodías suaves y bien integradas a las imágenes.
La actriz que personifica a Di joven es Ziyi Zhang, prácticamente debutando en el cine, y que después haría innumerables películas de éxito, como «El Tigre y el Dragón», «Héroe», «La casa de las dagas voladoras», «Memorias de una Geisha» y la reciente «The Cloverfield Paradox».
Esta película fue ganadora del León de Oro del Festival de Berlín y del Premio de Audiencia del Festival de Sundance, además de más catorce premios y seis nominaciones.
«El Camino a la Casa», además de ser una película sensible y agradable a los sentidos, retrata a la China rural en una época muy distante de la moderna potencia actual, pero que recuerda que el amor es universal y trasciende las generaciones. Se lo recomiendo a todos.
Título Original: Wo de fu Qin Qin mu